Las ciruelas Claudia Reina son pequeñas y redondeadas, con una piel fina de color verde brillante que a veces adquiere un tono amarillo a medida que maduran. Su pulpa es jugosa, firme y extremadamente dulce, con un toque ácido que las hace irresistibles. Tienen un aroma delicado que refleja su frescura y calidad.

Conservación:
Para conservar las ciruelas Claudia Reina en su punto óptimo, lo mejor es mantenerlas en el refrigerador, donde pueden durar entre 1 y 2 semanas. Si están un poco verdes, se pueden dejar a temperatura ambiente para que maduren y se vuelvan más dulces. Si ya están maduras, es recomendable refrigerarlas inmediatamente para evitar que se pasen.

Usos:
Estas ciruelas son perfectas para comer frescas, pero también se utilizan mucho en la cocina. Son excelentes para preparar mermeladas, compotas, tartas, y postres. Además, se pueden usar en ensaladas, para añadir un toque dulce y ácido, o incluso en platos salados, acompañando carnes o quesos.

Origen:
Las ciruelas Claudia Reina tienen su origen en Europa, específicamente en Francia, donde fueron cultivadas por primera vez en el siglo XVI y se les dio el nombre en honor a la reina Claudia, esposa del rey Francisco I. Se han extendido a otras regiones de Europa y son muy populares en España, donde se cultivan en varias zonas debido a su excelente adaptación al clima.